Nos despertamos cuando pudimos (Hernán primero, y yo al percibir actividad en el departamento). Salimos de paseo por la isla. Hicimos buena parte de las playas que separan Canasvieiras de Pântano do Sul (casi todas).
No recordaba que yendo por la
Estrada Manoel de Menezes, antes de cruzar el puente que atraviesa la desembocadura de Lagoa da Conceição hay muchas casitas frente al río que dan muchas ganas de izar un par de velas y salir a dar unas vueltas por ahí. Finalmente, decidimos tirarnos a hacer playa en Pântano do Sul porque ahí la vista es muy bonita y porque el lugar resultaba mucho más tranquilo que en las otras playas del norte. Ya no era posible continuar en auto hacia el sur; la única manera de acceder a la playa Naufragados es a través de una senda que requiere algunas horas para ser recorrida.
Volvimos temprano a casa, caminamos al centro de Canasvieiras y nos aprovisionamos con algo para comer en la vereda. Este fue un día resultó ser bastante tranquilo ¿no?