Este post no tiene nada que ver con las melodías polifónicas que tanto nos gustan, sino más bien con la manera en que erráticas decisiones de estado perjudican a todo aquel que usa información en formato digital.
El diputado Morgado (sí, el que hace chistes en la tele) propone un proyecto de canon (del latín canon, ley) denominado gravamen de la copia privada. que se aplicaría a los medios de almacenamiento digital (CDs / DVDs / Discos rígidos / PenDrives / reproductores de MP3 / chips de memoria / etc). El canon apunta a resarcir a la industria discográfica por los beneficios que deja de recibir al seguir insistiendo en un modelo de negocios obsoleto (venta de CDs). La venta de CDs continuará mermando al igual que lo hizo en su momento la venta de vinilos, y no hay nada que hacer al respecto.
Otros modelos de distribución como el de iTunes y Radiohead demuestran ser rentables y sustentables en el tiempo, al distribuir sus contenidos sin intermediarios.
El canon penaliza cualquier actividad con soportes de almacenamiento digital, sin importar el destino de los mismos. Es un impuesto a la digitalización y al uso de medios digitales necesarios para almacenar, procesar y distribuir información.
Para que nos demos una idea de cómo funciona el impuesto, acá viene un ejemplo: si yo tengo una cámara digital, y quiero sacar mis fotos, tengo que pagar el impuesto para comprar las memorias, si además quiero ver las fotos en mi computadora, tengo que pagar el canon cuando compro el disco rígido, y volverlo a pagar si quiero hacer una copia de resguardo de mis fotos a un CD. Y si quiero hacer una copia de CD a CD para pasárselo a un amigo, lo estaría pagando una cuarta vez !!
Cuanta menos información pueda ser accedida por una sociedad, más limitadas serán sus posibilidades de crecimiento y progreso. El proyecto de ley debería llamarse “Fomento al estancamiento cultural”.
De más está decir que los artistas y empresas que deseen recibir un “fomento” económico tendrán que cumplir algunos requisitos institucionales y/o burocráticos que bien sabemos muy poco tienen que ver con el arte. Sepamos que muchos verdaderos artistas pueden prescindir tranquilamente de ese tipo de fondos estatales.
En resumen: En vez de importar proyectos retrógrados de dudosos resultados en países extranjeros podemos buscar soluciones a los problemas locales. Los buenos resultados de las gestiones no se determinan por los montos recaudados (que ya son mucho más que suficientes), sino por las prioridades con que son asignados y la transparencia con que son administrados. Creo que en esos ámbitos hay mucho más por hacer, y que esos serán cambios que conducirán a un verdadero crecimiento, no sólo de la música, sino de la cultura y educación en general.
Durante el festival Flisol se darán charlas y se juntarán firmas en contra del proyecto de ley. Los que estén interesados en el FLISOL, pueden ver el video de la entrevista que hicieron de Canal 13 al evento del año pasado.