Se avecinan las fiestas (navidad, año nuevo y reyes). Durante este mes los sentimientos también pueden expresarse en forma de presentes, y por eso considero importante dedicar unos minutos a entender qué es aquello que estamos regalando para evitar equivocarnos en la selección del producto o servicio que decidamos obsequiar.
Tengamos en cuenta que al regalar algún producto o servicio tecnológico podemos estar condenando (inadvertidamente) a su destinatario a usar dispositivos o servicios que atentan contra su privacidad y/o su libertad. Es el caso de los productos que incorporan DRM (Digital Restrictions Management - Administración digital de restricciones), lo cual los hace defectuosos por su diseño. Al regalar inocentemente alguno de estos dispositivos, el receptor se verá obligado a aceptar licencias de uso y contratos que pueden perjudicarlo, y a menos que alguien quiera perjudicarlo realmente, jamás le regalaría DRM.
Acá podés ver un video que muestra en exactamente 1 minuto lo que ocurre cuando usamos software (o hardware privativo).
Los DRM transforman la computadora del personaje principal en una herramienta que está bajo el control de su fabricante, y se transforma en un ladrillo de cemento cuando alguien (que no es el propietario, sino el verdadero “dueño” del dispositivo) decide inhabilitarla. Es el clásico caso de los iDiotaPhones transformados en iBrick (ladrillo digital) que ya no se puede usar para nada porque el fabricante unilateralmente así decidió.
Entonces, en vez de obsequiar videojuegos privativos, doná esa misma suma de dinero a algún proyecto de juego basado en software libre. En vez de comprar música con DRM (como tarjetas de regalos de iT/nes), podés comprar tarjetas de regalos de otros sitios web que no tienen esas limitaciones. Respecto a los DVDs y BlueRay, parece que todos tienen DRM, así que lo mejor en estos casos es hacer donaciones o conseguir las películas en otros formatos, o directamente bajarlas de Internet (hay películas libres, como el de Sita Sings the Blues). Respecto a las Notebooks y tablet PCs, te conviene comprar equipos que vengan con sistemas operativos libres (no el de las ventanas ni el de la manzanita); como yapa tendrás un equipo más potente a un precio más accesible (me refiero al monto de la erogación económica; la libertad no tiene precio). Si pensás regalar un teléfono celular, sólo los proyectos OpenMoko y Replicant están libres de DRM, y si querés ofrecer un libro, mejor que sea un libro usado, porque los libros con DRM (como los que se están comercializando actualmente) no pueden ser compartidos ni copiados a otros dispositivos, y lo que es peor, corren el riesgo de ser eliminados por el autor de la obra, la editorial de la misma o el fabricante del lector de eBooks (ya hay casos registrados como el de Amaz0n que borró obras del lector Kindl3).
En síntesis: si querés complicarle la vida a alguien, regalale un iDiotaPad; sino, vas a tener que investigar un poco para ejercer tu responsabilidad como consumidor, amigo y/o familiar. También podés regalar chocolates, software, películas y música libre, todos ellos respetan tu libertad y la de tus allegados. Regalar DRM es regalar una muy linda caja (con moño y todo) cuyo verdadero contenido es una bomba de tiempo (no sabemoscuándo explotará… pero sí sabemos que puede explotarte en cualquier momento).