Acabo de volver de mi viaje de buceo en la Patagonia. Aqui adjunto un pequeno diario de viaje.
22/3/2005 Partimos en la noche del 22. Otto y Huguito se pidieron un ajo con pizza. A la madrugada siguiente desayunamos en La papa frita loca. Pasamos por Neuquén. Vimos videos de buceo con tiburones en Bahamas. En la ruta exploto una cubierta.
23/3/05 20:33 llegamos a las cabanas y preparamos los equipos para el dia siguiente. Nos sorprendieron con una pata de ternera flambeada que comimos en ronda compartiendo historias.
24/3/05 Nos despertamos a las 8am con un súper desayuno. Al mediodía hicimos la primer inmersión de buceo profundo. Nos llevaron los muchachos de prefectura hasta una playita que estaba frente a la derecha de la costa. Ahi vimos un barco de madera hundido de unos 6mts de eslora, zapatos y mugre variada. Durante la noche hicimos buceo nocturno con luna llena y el cielo estrellado; vimos cangrejos, truchas y percas (mas gruesas que las truchas, sin joroba ni pico). Cenamos en La Barra Restaurant unos ciervos a la crema de champignones, pollos y omelettes. De postre, un El lunes empiezo y algunas fichas en la rula del Casino.
25/3/05 Nos despertamos 8am con un humilde desayuno y comenzamos a preparar el equipo para nuestra próxima aventura en bondi. Mientras tanto, los ciervos vengativos se apoderaban de nuestra cabaña con los vapores malignos de sus espíritus sacrificados. Convenimos prohibir la ingesta de ciervo por la salud del grupo. Fuimos hasta el Lago Lolog, a 12km de San Martin de los Andes, en frente a las Cabanas Andina donde sacamos fotos de todo el grupo con el Lago Lolog y el rio Quilquihue. Alli nos dividimos en dos grupos. El primero, con Alejandro se quedo a hacer una flotada en el rio, y el nuestro, directamente a Playa Bonita en camioneta. El agua en Playa Bonita estaba fresca, pero eso no les impidio sumergirse a nuestros intrepidos acuamanes. No podiamos figurarnos como habian llegado tan lejos algunos inmensos troncos hundidos que encontramos en el fondo. Recuerdo haber visto junto a mi companero Carlos la imagen de Otto suspendido sobre lo que parecía el preludio de un abismo azul; pena que no podía sumergir la cámara a esas profundidades para compartir ese momento con ustedes también. Fuimos mas allá del abismo, y al mirar hacia arriba, solo un sendero burbujeante nos separaba del mundo. Partimos de la playa al restaurant de las Cabañas Andina, donde nos invitaron con empanadas de humita, canelones de verduras y frutas. Volvimos a San Martín de los Andes y nos preparamos para el segundo nocturno. Alejandro Cocolo lo calificaria de espectacular con certeza; una embarcación hundida, mas peces, un arbol que se erigia en el fondo, piedra papel o tijera mientras esperábamos al resto… disfrutamos de los reflejos platinados de la luna llena bajo el agua y salimos con ganas de quedarnos. En la playa nos encontramos con Fabián Farías, que nos esperaba para contarnos que esa noche nos juntabamos a cenar todos juntos en un hotel a pocas cuadras de allí. No solo comimos, sino que tambien participamos de la entrega de diplomas y remeras de Fondos Limpios VI. Nos fuimos a dormir temprano porque al otro día salíamos a primera hora para visitar Quila Quina.
26/3/05 Huguito y Otto se despertaron 7am para terminar de cargar los tanques que faltaban. A las 8am juntamos coraje y preparamos todo para ir a Quila Quina. Impresionante el paisaje durante la ida. Por suerte, pudimos parar en algunos lugares para sacar fotos, porque sus colores y belleza eran imponentes. Nunca antes había abofeteado a un ninja distraído, y esta resulto ser una oportunidad ideal para darle swing a Huguito. Llegamos a la playa y buceamos largo trecho hasta el abanico, una barranca profundísima y tajante se sumergía mas allá de nuestra vista en un horizonte azul. A la vuelta, emprendimos la emocionante búsqueda y recuperación de un cabo fondeado al que se le habia salido la boya. El agua no podía estar mejor, recolectamos basura con el aire que nos quedaba, y de no ser porque el almuerzo estaba listo, me hubiera quedado snorqueleando muchas horas mas. Cuando termine de comer, tire unos clavados desde el muelle. El ano que viene estaría bueno saltar desde el abanico; según cuentan, tiene 3 alturas de salto progresivas, hasta llegar escalando a una cima de altura considerable. Después salimos a pasear un rato por la villa, pasamos por un rio de deshielo, vimos las humildes chozas de la zona, fuimos hasta la playa Aguas claras y compramos deliciosos dulces caseros de frambuesa. De regreso a las cabañas, dejamos todo listo para nuestro regreso y preparamos la cena en Pancho Villa. Fue glorioso disfrutar de la velada con todo el grupo reunido. Charlamos acerca de la importancia de los mangruyos neuquinos, repasamos un poco de historia patagónica y discutimos tantas otras efemérides. El pelado Carlos se clavo un nacho rebosante de picante y su lengua se negaba a responder a los impulsos del habla. Subimos al bondi y nos desmayamos al instante. Llegamos a eso de las 22hs del domingo. Ahora son las 2am, ya termine de leer mails, bajar las fotos y revisar la bitácora. Mañana comienza una nueva semana, y aparentemente, se viene con todo.